El disco duro para portátiles es mucho más fino que el estándar al que estamos acostumbrados, debido a que tendrá que estar en un espacio más reducido. Por ello las capacidades de estos discos son aún tan pequeñas en comparación con grandes unidades para ordenadores de sobremesa.

En la parte superior encontramos la típica pegatina con las especificaciones e información variada, como interfaz, modelo, capacidad, etc.

Podemos apreciar la sustancial diferencia de tamaño de la unidad Scorpio en relación con una de sobremesa normal y corriente.

Una de las peculiaridades de esta unidad es la estandarización del conexionado en la parte trasera de la unidad. Los anteriores discos de 2,5’’ utilizaban una conexión única en donde se incluía alimentación y datos, incompatible con el estándar IDE de sobremesa. Ahora ya las conexiones son iguales para PCs y portátiles.

Sorprendente, el peso apenas llega a los 100 gramos de peso, a pesar de contar con una rígida cubierta de acero inoxidable, que lo protege de golpes y presiones excesivas.

De este modo, un corriente cable SATA de datos y alimentación es suficiente para el conexionado a nuestro PC. Aparte de simplificar la tarea de integración del disco, nos ayuda a salvar los datos en el caso de que tuviéramos que sacar el disco de un portátil.