La Chaser MK-I es una caja de tipo full tower, compatible con placas ATX y Micro ATX. Destaca su diseño y unas características que la hacen ser un modelo muy a tener en cuenta.

La Chaser MK-I se acompaña de un manual de instalación, tornillería necesaria para su instalación, una bandeja y tapa para un dispositivo externa de 3,5", además del speaker para nuestra placa.

Lo primero que llama la atención es el diseño escogido para esta Chaser con unas medidas impresionantes, 56 cm de alto, 58 cm de largo y un ancho de 23,7 cm, un espacio interior suficiente para montar cualquier hardware, incluso de gama alta.

El frontal sin puerta consta de cuatro bahías de 5,25" externas, una de ellas convertible a 3,5" gracias a la tapa y adaptador que viene con la caja.

Abajo, zona microperforada para mejorar la ventilación del ventilador frontal; el ventilador aquí montado es de 20 cm con iluminación en varias tonalidades. El frontal se extrae fácilmente dando acceso al filtro antipolvo, el cual podemos quitar para limpiarlo.

Para los gamers, un curioso detalle es una pequeña pieza en el lateral izquierdo para colgar los auriculares.

La zona superior es una de las más interesantes; el botón de encendido se encuentra en el centro, seguido de una bahía de tipo dock.

Los ventiladores delantero y superior pueden ser controlados tanto en velocidad como en iluminación. Disponemos de tres botones, dos de ellos para modificar la velocidad de los ventiladores y el tercero, para recorrer los modos de iluminación.

Al otro lado tenerlos dos puertos USB 3.0, otros dos de tipo 2.0 y un puerto e-SATA. La conexión de los puertos USB 3.0 se realiza ya con los headers correspondientes para conexión directa a placa; ya no es necesario pasar los cables hasta la zona trasera y conectarlo a los puertos I/O de la placa.

El dock, perfectamente integrado en el chasis, admite discos duros SATA ya sean de 2,5 ó 3,5 pulgadas. Para los discos de 2,5 pulgadas, podemos incluir cualquier tipo, mecánico o SSD; la ranura para este tipo de discos está siempre abierta, algo que puede ser perjudicial ya que puede entrar polvo.

Con un disco de 3,5 pulgadas la unidad queda perfectamente encajada, sobresaliendo aproximadamente dos tercios.

La parte trasera no contiene ningún elemento extraordinario, fuente ubicada abajo, 8 ranuras de expansión y tres orificios para refrigeración líquida.

La parte superior es totalmente accesible, se desliza el panel y listo. El ventilador superior es el mismo modelo que el delantero, 20 cm y con LEDs de diversos colores. Podemos añadir otro modelo adicional de 12, 14 ó 20 cm.

Las patas sobre las que se sustenta Chaser MK-I han sido elevadas hasta una altura de 35 mm para mejorar el flujo de aire en caso de ubicar esta gran torre en superficies suaves tales como alfombras o suelos enmoquetados.

El interior, lacado en negro, ofrece unos pasacables engomados la instalación de un equipo limpio y sin cables de por medio. El hueco para la fuente, así como el ventilador que podemos instalar en el suelo llevan un filtro también extraíble.

Las bahías donde se alojan los discos duros tienen un peculiar sistema de retención, sin usar herramientas. Para montar las unidades, ya sean de 2,5 ó 3,5 pulgadas, colocamos la unidad en la bahía previamente extraída, usamos la pieza de fijación y ya está. Cada bahía tiene en los orificios de fijación unas arandelas de silicona para minimizar las vibraciones.

El sistema de instalación sin herramientas también se traslada a las bahías externas; debemos liberar el anclaje mediante los clips con acabado en azul (igual que las bahías externas y la de los discos duros), encajar la unidad y volver a fijar dichos clips.

Ciertamente el diseño ha sido cuidado al máximo; un gran acabado junto con detalles en el mismo color que los detalles del exterior son dignos de mención.

No debemos olvidar que esta gran torre ha sido diseñada para albergar lo último en hardware; es por ello que disponemos de 18 cm como altura máxima permitida para disipadores de CPU y 33 cm para tarjetas gráficas.

El lateral derecho tiene el espacio necesario para manejar todo el cableado tanto de la Chaser MK-I como los del propio equipo. Podremos usar los pasacables así como bridas para mantener libre de cables toda la zona de placa.

Como era de esperar, podremos retirar e instalar cualquier disipador o bloque sin necesidad de sacar la placa del interior de la caja gracias al hueco con acceso al backplate.

La iluminación es otro elemento importante en la Chaser MK-I; es en condiciones de poca luz donde podremos observar todo su potencial.

El lateral tiene espacio para otro ventilador de 20 cm, aunque en esta ocasión no se incluye. Sí que se incluye un filtro antipolvo que se puede extraer desde el interior.

Los ventiladores ColorShift, delantero y superior, ofrecen un total de 5 modos de color, azul, rojo, verde, mezclado y modo flash. Con el botón superior podremos cambiar dichos modos, incluso apagar la luz de ambos ventiladores.